Info Donostia

  • Cómo viajar en el autobús si estas de visita en Donostia/San Sebastián: Más información en Dbus. ->
  • Tarjeta Turista “LURRALDEBUS”: más información ->
  • Direcciones útiles:
  • Ocio:
  • Horarios:
    • Bancos: El horario normal de bancos es de 08:30 - 14:00 H. de lunes a viernes. Algunas sucursales abren por la tarde de 16:00 a 19:30 H. y los sábados de 08:30 - 13:00 H. (excepto en verano).
    • Centros Públicos, Oficinas y Despacho: Por lo general, los centros públicos abren sus puertas desde las 08:00 H. hasta las 14:00 H. de lunes a viernes. Las oficinas y despachos de 09:00 a 13:30 H. y de 16:00 a 19:30  H.
    • Comercios: Los comercios abren de 10:00 a 13:00 H. y de 16:00 a 19:30 H. Muchos comercios permanecen abiertos los sábados y los centros comerciales abren de lunes a sábados de 10:00 a 22:00 H.
    • Comidas: Los horarios de comida son variados pero los más habituales son: Desayuno: De 08:00 a 10:30 h. | Comida: De 13:00 a 15:30 h | Cena: De 21:00 a 23:00 h.
  • Donostia en fiestas: Fuente: Ayuntamiento de Donostia
    • 20 de enero: Historia de la TamborradaNo puede precisarse con rigor histórico el año en que salió a las calles Donostiarras la primera Tamborrada. Atribuyen algunos su origen al redoble que sobre las herradas producían las chicas de servicio y sus acompañantes, menestrales y soldados, mientras aguardaban chanda ante una de las tres fuentes que hacia 1836 surtían de agua a San Sebastián.
      Más cierto parece que sea la Tamborrada una de las comparsas del Carnaval Donostiarra. Hubo varias anteriormente. Así en 1817 la Mascarada de ciegos valencianos y la comparsa de jardineros y al año siguiente la comparsa de Caldereros y la tamborrada. Esta última posiblemente en 1836 en plena Guerra Carlista.
      A partir de entonces toma cuerpo la tradición el festejar el santo patrono, recorriendo de madrugada las calles al son de una marcha zortziko del maestro Santesteban. Ejecutada en los años exclusivamente con barriles, a los que , más tarde, se añaden sonoros tambores.
      Los participantes, que al principio iban disfrazados con caprichosos trajes, más tarde se uniformaron. Salían cada año, a las tres y media de la madrugada, del local de la Sociedad (La Fraternal), situado en la subida al Castillo, redoblando el (Sheshenarena), pues hasta 1860 no escribió Sarriegui la Marcha de San Sebastián. Incansables, recorrían las calles hasta las ocho en punto, deteniéndose a esta hora en la esquina de las calles Iñigo y Narrica, donde esperaban la aparición de la sokamuturra.
      Con la tamborrada comenzaba un ciclo de fiestas que daba fin el martes de carnaval, con el entierro de la sardina.
      A la Sociedad (La Fraternal) sucedió la (Unión Artesana). A las cinco de la mañana y encabezada por tres heraldos a caballo, empezaba el desfile, uniformados los tamborreros de milicianos de 1800 y redoblando parches y barriles al son de las marchas interpretadas por una banda de música que cerraba el cortejo.
      Después vino la de Euskal-Billera, y más tarde, se fueron multiplicando las tamborradas por los barrios Donostiarras. La fiesta La fiesta comienza el día 20 de Enero a las 00:00h con la izada de la bandera a cargo de la tamborrada Gaztelubide, en el antiguo ayuntamiento (la actual Biblioteca municipal ubicada en la Plaza Constitución). Durante 24 horas la ciudad es una fiesta de tambores y barriles, en todos los barrios se pueden escuchar los himnos de Sarriegui. A las 24:00h la tamborrada Unión Artesana es la encargada de arriar la bandera y dar por finalizada la fiesta.
      La fiesta ha ido creciendo y un dato evidente nos lo da el incremento de tamborradas de mayores que participan en la misma, en 1967 10 tamborradas, en 1992 54 tamborradas y en el año 2000, 82 tamborradas.
      Desfilan por todos los barrios de la ciudad, no hay un solo lugar ni momento del día que no se oiga una tamborrada redoblando sus tambores y barriles.
      Años atrás todas las tamborradas eran masculinas, hoy en día aunque muchas siguen siendo estrictamente masculinas debido a los estatutos de sus sociedades, también las hay mixtas y femeninas
      Durante el día se otorgan los Tambores de Oro, Medallas al Mérito ciudadano y los premios concernientes al Concurso Internacional de Fuegos Artificiales (Celebrado durante la Semana Grande del año anterior)
    • Julio: Donostiako Jazzaldia. Festival de Jazz de San SebastianSiendo el decano de los Festivales de Jazz en España y uno de los más antiguos de Europa, podemos enorgullecernos de contar con un bagaje de actuaciones, de recuerdos musicales y de vivencias colectivas que constituyen casi una historia del Jazz en los últimos cuarenta años.
      Pero, en la actual situación del Festival, abierto a las últimas tendencias y promoviendo en los años recientes espacios y propuestas musicales para un público eminentemente juvenil, debemos hacer hincapié en su creciente aceptación entre una audiencia claramente renovada.
      La proyección exterior de San Sebastián a través de este acontecimiento es solamente comparable a las enormes posibilidades que nuestra ciudad nos brinda por medio de sus inigualables recintos urbanos y su tradición de apoyo a las manifestaciones culturales
      Calle Camino, 2. 20003 Donostia-San Sebastian | Tel. 943 440 034 / fax 943 421 117 Web:
      www.jazzaldia.com
    • Agosto :La Semana Grande Donostiarra: de la tradición aristocrática a su popularización actualSan Sebastián nació al turismo por gracia de la Corte Real que la eligió a mediados del siglo XIX como su lugar de reposo en verano. Acompañaban a los reyes en su desplazamiento una parte importante del Gobierno,la alta aristocracia y ese mundo de intereses que se mueve siempre alrededor de las élites dispensadoras de privilegios.
      Ellos configuraron el San Sebastián moderno del Ensanche Cortazar,y el de las grandes innovaciones técnicas en el transporte y comunicaciones urbanas.
      Era necesario entretener la larga estancia de aquellos veraneantes de lujo. El espectáculo por antonomasia lo constituían las corridas de toros, que una tradición secular las agrupaba alrededor de la Virgen de Agosto. Un incendio destruyó en 1875 la plaza de toros de San Martín y un hombre de iniciativa singular, José Arana, construyó una nueva en Atocha en brevísimo tiempo inaugurándola el 16 de Julio de 1876.
      José Arana lanzó aquel año, como slogan de propaganda, el término Semana Grande. Las corridas de toros, eje de la semana, se completaban con otros festejos: conciertos de la banda de música y fuegos artificiales fundamentalmente. Los visitantes que llegaban en los trenes de cercanías se veían forzados a pernoctar en las fondas y casas de huéspedes de San Sebastián tras el espectáculo de los fuegos. San Sebastián se encontró con un nuevo turismo, de estancias cortas pero multitudinario.
      La Semana Grande pervivió durante casi un siglo con aquellas características que la configuraron en su inicio. El abono taurino fue creciendo, y la plaza del Chofre ofrecía, junto a la Feria de San Isidro en Madrid y la de Abril en Sevilla, el mayor número de festejos y los de mayor calidad. Entre corrida y corrida la semana se engarzaba con verbenas y conciertos, representaciones de teatro y fuegos artificiales. Pero la Semana Grande era para los visitantes.
      El donostiarra, hostelero o comerciante, trabajaba duramente en su establecimiento para asegurar el ocio y diversión de los demás. Atesoraba peseta a peseta lo que creía precisaba para su subsistencia en el largo invierno, aunque luego llegó a enriquecerse con aquel turismo de alto rango.
      La demolición de la plaza de toros en 1974 dejó al descubierto la falacia de la Semana Grande. La Semana Grande había quedado reducida a casi nada. Pero surgió animosamente el viejo espíritu de iniciativa de los donostiarras. La mejora en los medios de comunicación, la autopista, la doble vía a Tolosa, acercó el entorno industrial a San Sebastián. Las poblaciones del interior se volcaban hacia la Concha en las fechas festivas. Comenzaron a organizarse una serie de actividades nuevas para entretenimiento de este turismo y de los donostiarras que,a consecuencia de la crisis económica, ya no se desplazaban como antes en sus vacaciones de verano. Surgió así una nueva Semana Grande, multitudinaria y bullanguera, a compás de los nuevos tiempos.
    • Septiembre: Regatas de la Concha
      En el marco incomparable de la Bahía de La Concha, los dos primeros domingos del mes de setiembre, se celebran las tradicionales regatas donostiarras. Es sin duda el acontecimiento deportivo más importante que se celebra en el País Vasco, si nos atenemos al número de espectadores que se concentran para ver disputar las mismas.
      Cerca de 100.000 personas, muchos con los colores de su trainera, se despliegan por los montes que rodean la Bahía intentando conseguir un lugar privilegiado que les permita seguir las incidencias de la jornada.
      Los barcos, deportivos y de pesca, que llegan de los puertos cercanos dan la pincelada final a la fiesta con sus banderas y el sonar de sus sirenas.
      Las calles de San Sebastián y sobre todo las de la Parte Vieja se convierten en el centro neurálgico donde los "entendidos" vaticinan sobre los posibles resultados.
      Las apuestas sobre quien ganará, o si esta o la otra trainera sacará varios segundos a una tercera, se cruzan entre los amigos, en los bares y por toda ciudad. Pero no es esto lo fundamental, lo importante es ganar la Bandera de La Concha. La más importante de las regatas que se celebran a lo largo del año.
      Es un día de fiesta y la ciudad se convierte en un hervidero acogiendo a sus vecinos y a todos los que se acercan a presenciar este magnífico espectáculo con la hospitalidad que le caracteriza.
      Cuando suenan las doce del mediodía y el juez da la salida, los gritos de ánimo se escuchan desde cualquier lugar. Los remeros se lanzan, dirigidos por sus patrones, en pos de una victoria que sólo está al alcance de unos pocos. Pero ellos se aferran a sus remos para intentar lograr lo que durante tantos días de esfuerzo y preparación han estado soñando, La Bandera de La Concha, su medalla de oro olímpica.
      Al final sólo uno gana, pero a la emoción y a la tensión vivida, le sucede el magnífico ambiente deportivo que en los aledaños del Puerto donostiarra se va creando, mientras los remeros hacen su llegada.
      Y como no podía ser menos la gastronomía del País hace acto de presencia para poner, en los innumerables restaurantes de la ciudad, el broche final a una jornada inolvidable.
    • Septiembre: Donostiako Nazioarteko Zinemaldia. Festival Intenacional de Cine de San Sebastián Concebido como una Semana Internacional de Cine, con vocación cinematográfica y comercial, El Festival nació un 21 de septiembre de 1953, sin haber sufrido interrupción alguna desde su creación. No tardó en conseguir el reconocimiento de categoría B (no competitivo) por la FIAPF (Federación Internacional de Asociaciones de Productores de Films) gracias al éxito cosechado en su primera edición.
      Así, al año siguiente, pasó a denominarse Festival Internacional de Cine, y en 1955 la FIAPF lo reconoció como competitivo y especializado para las películas en color: ya se podían otorgar premios oficiales. Este es el origen de la Concha, entonces todavía de plata, cuyo reparto debía decidir un jurado internacional.
      Cuando en 1957 se le otorgó definitivamente la categoría "A", y la Concha se hizo de oro en las categorías más importantes, habían aparecido los principales iconos del certamen, la referencia desde la que se sigue avanzado hoy en día, es decir, la opción por una corriente aperturista, ajena a los corsés de la censura de aquel momento, y que aún permanece viva. Porque lo que más importa al festival de cine de San Sebastián es ser el escaparate del cine más inquieto y renovador de cada momento.
      Muchas han sido las figuras que han visitado el Festival desde aquellos primeros años, devolviendo a San Sebastián su esplendor cosmopolita y aportándole cierta dosis de "glamour", siempre relacionado con el buen cine. Federico Fellini, Gloria Swanson, Alfred Hitchcock, Kirk Douglas, Audrey Hepburn, Jean-Luc Godard, Deborah Kerr, Luis Buñuel, Steven Spielberg, Harrison Ford, Pedro Almodóvar, Roman Polanski, Sam Peckinpah, Joseph L. Mankiewicz, Charlton Heston, Mel Gibson, Keanu Reaves, Sophia Loren, Ethan Coen, Bertrand Tavernier..., por citar sólo algunos, acudieron a presentar sus películas y su personalidad dejó huella indeleble en la memoria del Festival.
      En justo reconocimiento a quienes tanto han contribuido con sus carreras al mundo del cine, se instituyó en 1986 el "Premio Donostia", un homenaje de la ciudad que hasta ahora han recibido Gregory Peck (1986), Glenn Ford (1987), Vittorio Gassman (1988), Bette Davis (1989), Claudette Colbert (1990), Anthony Perkins (1991), Lauren Bacall (1992), Robert Mitchum (1993), Lana Turner (1994), Susan Sarandon y Catherine Deneuve (1995), Al Pacino (1996), Michael Douglas, Jeremy Irons y Jeanne Moreau (1997), Anthony Hopkins y John Malkovich (1998), Fernando Fernán-Gómez, Vanessa Redgrave y Anjelica Huston (1999), Michael Caine y Robert de Niro (2000), Francisco Rabal, Warren Beatty y Julie Andrews (2001)....
      Por último, si hablamos del Festival no podemos dejar de hacerlo de la ciudad que le ha aportado una personalidad y una imagen reconocibles en todo el mundo. Por que San Sebastián colabora, de forma incomparable, en la ambición de este festival por redescubrir el cine, convirtiendo la luz del día y el paisaje urbano en espléndidos aliados al decorar su mobiliario con elementos de cartelería que evocan distintos momentos de la historia del cine, entre ellos el Cartel Oficial, pieza clave en la ambientación de cada certamen, y que nos viene transportando en las últimas citas hasta fotogramas concretos de esa historia. Y es que San Sebastián es, además, una de las ciudades más acogedoras de Europa, donde el disfrute viene garantizado por sus típicas calles, espléndidas playas, soberbia gastronomía y, por encima de todo, el buen cine.
      Apartado de Correos 397. 20080 Donostia-San Sebastián. | Telf: (+ 34) 943 481 212 |

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